ADEX y CEPLAN se unen a fin de impulsar comercio exterior peruano

Trabajarán de manera articulada para que esta actividad económica forme parte de Plan Estratégico de Desarrollo Nacional al 2050 (PEDN 2050).
El PEDN 2050 es el principal instrumento de planificación estratégica a largo plazo del Estado peruano que busca orientar las políticas públicas, planes y acciones hacia una visión de desarrollo sostenible, equitativo y moderno.
Jueves 18 de diciembre-. Con el objetivo de consolidar al comercio exterior como un pilar del crecimiento económico del país, la Asociación de Exportadores (ADEX) y el Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (CEPLAN) suscribieron un convenio marco de cooperación orientado a fortalecer la competitividad exportadora, incorporar una visión de largo plazo y asegurar la presencia de esta actividad en la agenda nacional.

Se debe recordar que, en el 2024, este sector aportó el 27% del Producto Bruto Interno (PBI) y registró 1 millón 366 mil empleos directos asociados a las exportaciones a nivel nacional, 11% más que en 2023 (1 millón 227 mil).
Este acuerdo permitirá incorporar la prospectiva y el planeamiento estratégico como herramientas clave en el trabajo institucional de ADEX, facilitando el análisis de escenarios futuros y la formulación de propuestas que contribuyan a lograr políticas públicas claras, previsibles y orientadas a mejorar la competitividad.
Por ello, trabajarán de manera articulada a fin de que el comercio exterior forme parte del Plan Estratégico de Desarrollo Nacional al 2050 (PEDN 2050), alineándose al Plan Estratégico de Desarrollo Nacional y a los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 de las Naciones Unidas, fortaleciendo así su sostenibilidad e impacto en la economía peruana.
El PEDN 2050 es el principal instrumento de planificación a largo plazo del Estado. Su propósito es orientar las políticas públicas, planes y acciones de los gobiernos nacional, regional y local, así como de la sociedad civil y el sector privado, hacia una perspectiva de progreso sostenible, equitativo y moderno para el país al 2050.
El convenio, firmado en el marco del IV Congreso Internacional Planifica Perú 2050, organizado por CEPLAN, estuvo a cargo del presidente del gremio, César Tello Ramírez, y del presidente del Consejo Directivo de CEPLAN, Giofianni Peirano Torriani, quienes coincidieron en la necesidad de construir un enfoque compartido que impulse al comercio exterior como un motor de crecimiento, competitividad y expansión sostenible de la nación.
Un gran motor
Durante su participación en el conversatorio ‘Agenda Perú 2050: Oportunidades Estratégicas para el Desarrollo Territorial y Económico’ junto a otros líderes gremiales, el titular de ADEX recordó que, entre enero y octubre, los envíos peruanos al mundo sumaron US$ 71 mil 882 millones. Solo en octubre marcaron un récord histórico, superando los US$ 9 mil millones, es decir, en un solo mes se exportó 30% más que en todo el año 2000 (US$ 6 mil 995 millones).
“Este desempeño confirma al comercio exterior como uno de los pilares más sólidos de la economía peruana, capaz de sostener su evolución incluso en escenarios globales complejos”, explicó.
Esos resultados no fueron fruto de la casualidad –prosiguió Tello Ramírez–, sino de leyes promotoras del sector desde el siglo pasado. Por ejemplo, el DL N° 22342, promulgado en 1978 por el gobierno militar de turno, marcó un punto de partida para la promoción de las exportaciones, permitiendo la internacionalización de cientos de empresas y sentando las bases de una expansión.
Otro hito se dio en 1995 gracias al régimen simplificado de devolución de aranceles que pagan los exportadores, más conocido como el Drawback. “Algunos calificaron la medida como un subsidio, pero realmente es el único mecanismo que le permite al Estado ‘equilibrar la mesa’. Como país tenemos problemas de infraestructura, economía, tributos, entre otros, que nuestros competidores internacionales no tienen”, apuntó.
La Ley de Promoción Agraria (Ley N° 27360) también fue fundamental, y si bien fue derogada en el 2020 pese a tener una vigencia hasta el 2030, su impacto es evidente: impulsó la formalización, multiplicó las inversiones, desarrolló polos agroexportadores y generó miles de empleos formales, contribuyendo de manera significativa a la reducción de la pobreza.
Por todo ello, señaló la importancia de identificar hacia dónde derivar los esfuerzos del Estado en su conjunto con el propósito de seguir sumando más motores a los ya existentes. “No somos un país millonario, debemos apostar a ganador e identificar los sectores con mayor proyección como la joyería o la industria de la madera, que pese al enorme potencial minero y forestal, representan una fracción mínima de los envíos peruanos”, concluyó.
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