La Casa de la Emancipación fue la primera sede del poder patriota
La Casa de la Emancipación de Trujillo es una de las sedes históricas de la región La Libertad. En sus salones, que hoy albergan las colecciones del poeta César Vallejo y las acuarelas del obispo Baltazar Martínez de Compañón, se produjeron hechos trascendentales para la historia del Perú.
El poder del norte
Con motivo de las Fiestas Patrias 2023, la Fundación BBVA recuerda que la llamada Casa de la Emancipación era propiedad de Tiburcio de Urquiaga, quien en 1820 le cedió algunos ambientes al marqués de Torre Tagle, intendente de Trujillo.
La Intendencia trujillana comprendía todo el norte del Perú, desde la costa hasta la selva. Sus límites llegaban hasta Ecuador por el norte, el río Santa en Ancash por el sur y Maynas por el oeste, tras su incorporación al virreinato del Perú en 1802.
Aunque formaba parte de la administración virreinal, Torre Tagle se había convertido en uno de los principales colaboradores del general San Martín. Gracias a sus relaciones personales había logrado acceder al círculo más íntimo del libertador.
El marqués fue compañero de Bernardo O’Higgins en el Convictorio de San Carlos de Lima. Como se sabe, O’Higgins fue uno de los más estrechos colaboradores del militar argentino en su campaña emancipadora.
Contacto en Trujillo
Luego que San Martín desembarcó en el Perú, en setiembre de 1820, se puso en contacto con el Marqués Torre Tagle y le comunica que “urge su intervención y la de la Intendencia de Trujillo en la histórica contienda emancipadora”.
Historiadores como César Pacheco Vélez, señalan que Torre Tagle, junto a otros notables, estuvo tras de la llegada del general San Martín al Perú. En todo caso, Torre Tagle contaba con parientes en Pisco, como los Vásquez Acuña, quienes facilitaron la comunicación epistolar.
Grito de libertad
Torre Tagle de inmediato puso manos a la obra. El 6 de diciembre de 1820 convocó a los notables de Trujillo para informar los planes del general San Martín. El 24 se tomó el acuerdo de proclamar la Independencia para fin de mes. Y así se hizo: El 29 de diciembre de 1820 se realizó la proclama pública desde el cabildo trujillano, posteriormente se arrestó a funcionarios y militares del servicio real y al obispo Carrión y Marfil, convirtiéndose Trujillo en la primera sede del poder patriota.
Alberto Pinillos señala que hubo: “repique de campanas de las 13 iglesias trujillanas, mientras que el ex Intendente era conducido hacia su residencia, conocida también como casa Madalengoitia y hoy como Casa de la Emancipación, y allí se realizó el agasajo por nuestra independencia”.
Si bien la flamante República no fue admitida por el resto de las provincias, Torre Tagle buscó el apoyo a la causa independentista en toda su intendencia.
Somos libres
El 12 de febrero de 1821, don José de San Martín, enterado de lo ocurrido en Trujillo, emitió una proclama: “La voz de aquel hijo de la libertad resuena por todo el ámbito del afortunado Trujillo, y de acuerdo con sus sentimientos unidos a los de todos sus habitantes, más de cien pueblos proclaman su independencia”.
Así el libertador exhortó a los trujillanos a no separarse de la senda de la libertad.
Hoy la Casa de la Emancipación es propiedad de la Fundación BBVA, puede ser visitada virtualmente a través de https://www.fundacionbbvaperudigital.pe/tour-virtual/casa-emancipacion/
Sus ambientes decimonónicos nos recuerdan el espíritu libertario de los hombres y mujeres que apoyaron la causa emancipadora a fines de 1820, hito histórico que antecedió la proclamación de nuestra independencia en julio de 1821.