Mineros informales con poder económico estarían detrás del paro en Pataz

Detrás del paro minero que viene afectando gravemente la provincia de Pataz se encuentra un grupo de mineros artesanales con amplio poder económico, que estaría financiando esta movilización no por demandas legítimas de justicia social, sino con el objetivo de presionar al Estado para ser formalizados, a pesar de que existen fuertes indicios de sus vínculos con bandas criminales que operan en la zona.

Fuentes locales revelan que estos personajes, lejos de representar al minero informal común, manejan operaciones millonarias en la sombra y han convertido la minería ilegal en una red de poder territorial. Con grandes sumas de dinero en mano, estarían pagando para que más trabajadores se sumen al paro, y también estarían comprando el respaldo de las rondas campesinas, aprovechando la necesidad y la falta de presencia estatal.
“Están ofreciendo dinero a las rondas para que apoyen el paro. Varios compañeros han sido tentados con fuertes sumas. Lo que quieren no es justicia, es blindarse y legalizar lo que llevan años haciendo fuera de la ley”, denunció un rondero del distrito, quien prefirió no revelar su identidad por miedo a represalias.
Este grupo no está siendo formalizado por el Estado debido a informes que los relacionan directamente con delitos como el uso de maquinaria pesada ilegal, invasión de zonas prohibidas y relaciones estrechas con mafias del crimen organizado que controlan el oro ilegal en La Libertad.
A pesar de su historial, han optado por usar el paro como medida de chantaje, paralizando la región, bloqueando carreteras y generando caos. Con este movimiento, buscan imponer su inclusión en procesos de formalización, no para adecuarse a la ley, sino para obtener legitimidad y seguir operando con impunidad.
Los más afectados, como siempre, son los sectores más vulnerables: agricultores, comerciantes, transportistas y familias enteras que hoy no pueden trabajar ni movilizarse. Mientras ellos luchan por sobrevivir, los cabecillas del paro recorren la zona en camionetas de lujo, financiando violencia y división.
“Nosotros acá en Pataz ya estamos cansados. La gente buena quiere vivir tranquila, pero estamos como atrapados entre los que tienen plata y hacen lo que quieren. No es justo. El Gobierno tiene que hacer algo, no solo mirar de lejos. Aunque hay policías, igual esas bandas siguen moviéndose, como si nada. Que venga el Estado con más firmeza, con inteligencia, pero también escuchando al pueblo. Nosotros no queremos problemas, solo vivir sin miedo, trabajar en paz, que nuestras familias estén seguras. Ya es hora de que se pongan firmes con los que se están aprovechando de todos”, finalizó la fuente.
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